(Opinión personal) Y por fin le toca el turno a Verano en English Creek, una novela que sin querer había arrinconado al final de un estante. Ya sabéis, cosas que pasan, sobre todo después de avalancha de lecturas pendientes, y es que a medida que das salida a nuevos ejemplares van apareciendo otros que sin motivo alguno se quedaron rezagados.
Con un excelente narrador como es Ivan Doig, y del que jamás había leído nada, se presenta esta entrañable historia rodeada de naturaleza y vegetación a pleno pulmón. Una novela ambientada en el verano del 39 en el estado de Montana. Por encima de la historia que su protagonista Jick McCaskill nos narra, destacaría las descripciones de la belleza del paisaje, así como sus impresionantes parajes.
A sus quince años recién cumplidos Jick, hijo de granjeros y hermano pequeño de Alec, acompaña a su padre por primera vez en el que será su primer verano de trabajos en el campo. Su hermano Alec, cuatro años mayor que él, no sólo conoce de primera mano la vida de un vaquero y las duras tareas del campo, sino que el próximo otoño accederá a la universidad, todo un honor para el clan familiar, ya que será el primer McCaskill universitario. Razón de peso para que sus padres hagan todo lo imposible en pagarle la tan ansiada carrera. Pero todo se tuerce cuando Alec se enamora de Leona, una guapísima adolescente que hará tambalear los propósitos de los McCaskill. Y es que las consecuencias después de la toma de decisiones, sobre todo las que no se tienen en cuenta a la familia, pasan factura.
Comidas campestres, rodeos, ranchos y bailes después de una jornada rural, así como la celebración del 4 de Julio con los actos y eventos que conllevan ese día, son los acontecimientos a los que Jick asiste por primera vez. Todo un cúmulo de aventuras para un chaval de quince años, quien está sintiendo por primera vez la magia de sentirse adulto.
La sencillez de sus gentes, la belleza del paisaje, así como las descripciones de las penurias que padecieron sus gentes después de una crisis como fue la del 29, primeros colonos en una pequeña región de Montana, son el resultado de un extraordinario relato. Si bien es cierto que la historia me ha parecido lenta en ocasiones, también creo que está perfectamente bien escrita, por lo que el amor y dedicación que Jick siente hacia el entorno se transmite directamente al lector desde su primera página.
Paisaje del Estado de Montana
Bsss y a por el martes...
SINOPSIS:
El verano de 1939 se presenta como uno más en la vida de Jick McCaskill, un chico de English Creek, Montana. Jick espera con ansia los ritos estivales: el conteo de las ovejas, el rodeo y el baile con que se celebra la fiesta del Cuatro de Julio. Pero cuando su hermano Alec anuncia que ha decidido casarse y renunciar a sus estudios universitarios, la armonía familiar se tambalea.
Con poco más de catorce años, Jick acompañará a su padre en una de sus excursiones como guarda forestal y le echará una mano en sus muchos quehaceres; la dureza del trabajo y la vida al aire libre, sus nuevas responsabilidades y la gente que va tratando lo introducen en el mundo de los adultos que hasta entonces le estaba vedado.
Verano en English Creek evoca ese momento mágico de la vida de todo adolescente en que el mundo parece abrirse a su alrededor, lleno de posibilidades y misterios por desvelar. El escenario de la narración, sus gentes y paisajes, nos habla de una forma de vida más humana y sencilla, hoy ya desaparecida. Con esta novela, la primera dedicada a la saga de los McCaskill, Ivan Doig se consolidó como uno de los más memorables narradores del mundo rural norteamericano.
Leí la primera novela que publicaron Libros del Asteroide de Ivan Doig y salí muy contenta, aunque es para ir sin prisas, como esta, tengo que seguir! me la llevo :)
ResponderEliminarBesos
Me gusta lo que nos cuentas. Tendré muy en cuenta este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gusta la ambientación pero el argumento no me termina de convencer. Lo dejo en el aire. Besos
ResponderEliminarMe lo llevo, me gusta la ambientación =)
ResponderEliminarBesotes
Tampoco he leído nada de él y a este le tengo echado el ojo. A ver si cae. Un beso!
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