(Opinión personal) Buenos días desde mi confortable rinconcito, parece que el verano nos está dando un par de días de respiro y el sofocante calor estival nos da una tregua, al menos en Madrid.
Hoy os traigo una novela del Barcelonés Jordi Nopca. Cargada de relatos cortos, diez exactamente, Vente a casa me sorprende por la humanidad de sus personajes, todos muy distintos entre sí, pero con el mismo factor común, la temida crisis, esa que comenzó clara como el agua para unos, e invisible e inexistente para otros hasta que en algún momento tuvieron que aceptarla. El caso es que, a pesar de parecer estar dando sus últimos coletazos, ahí sigue. A ella le sumamos las difíciles relaciones de pareja, un cóctel cual bomba de Hiroshima en plena detonación. Y es que la precariedad de la sociedad en la que, quien más quien menos se ha visto afectada, azota a "casi" todos por igual.
Los giros en sus personajes, la mayoría de ellos perjudicados por la monotonía sentimental, la escasez de capital, forzados a buscar trabajos eventuales que les aportan poco y les exigen tanto, así como situaciones cotidianas que rozan el absurdo, dan como resultado Vente a casa.
Y es que el dinero no da la felicidad, pero ayuda, y si no que se lo digan a cada uno de los personajes que habitan en la Barcelona de Vente a casa, quienes reiteradamente liman sus asperezas sentimentales, como resultado de su escasez económica.
Cada vez disfruto más con novelas que se componen de relatos cortos, me aportan calma y sosiego a la vez. Cada uno de los relatos con su principio, desenlace y fin me transmiten pequeños y concisos mensajes que tras distintas situaciones, y en éste caso con un par de ellas rocambolescas por igual, contienen una misma línea argumental.
Adolescentes, treintañeros, de mediana edad, unos por patosos e inexpertos y otros por habituados y veteranos, todos ellos buscan lo mismo en sus relaciones de pareja, la felicidad, esa gran desconocida que no aparece cuando la necesitas, pero que lo hace en el momento inesperado.
Vente a casa, una novela que he leído de un tirón y de la que he aprendido que las situaciones cotidianas, por muy llevaderas que sean, siempre tienen fin y por tanto, la vida cambia cuando menos te lo esperas, aunque no todas ellas tengan un final feliz.
Y hasta aquí mi recomendación de la semana. Bsss y feliz día...
Hoy os traigo una novela del Barcelonés Jordi Nopca. Cargada de relatos cortos, diez exactamente, Vente a casa me sorprende por la humanidad de sus personajes, todos muy distintos entre sí, pero con el mismo factor común, la temida crisis, esa que comenzó clara como el agua para unos, e invisible e inexistente para otros hasta que en algún momento tuvieron que aceptarla. El caso es que, a pesar de parecer estar dando sus últimos coletazos, ahí sigue. A ella le sumamos las difíciles relaciones de pareja, un cóctel cual bomba de Hiroshima en plena detonación. Y es que la precariedad de la sociedad en la que, quien más quien menos se ha visto afectada, azota a "casi" todos por igual.
Los giros en sus personajes, la mayoría de ellos perjudicados por la monotonía sentimental, la escasez de capital, forzados a buscar trabajos eventuales que les aportan poco y les exigen tanto, así como situaciones cotidianas que rozan el absurdo, dan como resultado Vente a casa.
Y es que el dinero no da la felicidad, pero ayuda, y si no que se lo digan a cada uno de los personajes que habitan en la Barcelona de Vente a casa, quienes reiteradamente liman sus asperezas sentimentales, como resultado de su escasez económica.
Cada vez disfruto más con novelas que se componen de relatos cortos, me aportan calma y sosiego a la vez. Cada uno de los relatos con su principio, desenlace y fin me transmiten pequeños y concisos mensajes que tras distintas situaciones, y en éste caso con un par de ellas rocambolescas por igual, contienen una misma línea argumental.
Adolescentes, treintañeros, de mediana edad, unos por patosos e inexpertos y otros por habituados y veteranos, todos ellos buscan lo mismo en sus relaciones de pareja, la felicidad, esa gran desconocida que no aparece cuando la necesitas, pero que lo hace en el momento inesperado.
Vente a casa, una novela que he leído de un tirón y de la que he aprendido que las situaciones cotidianas, por muy llevaderas que sean, siempre tienen fin y por tanto, la vida cambia cuando menos te lo esperas, aunque no todas ellas tengan un final feliz.
Y hasta aquí mi recomendación de la semana. Bsss y feliz día...
SINOPSIS:
Una licenciada en Historia del Arte que trabaja en unas galerías comerciales tontea con un cliente. Un peluquero de perros trata de superar un fracaso amoroso. Un escritor y su traductor habitual cenan en un restaurante sin poder disimular sus rencillas. Una pareja de mediana edad planea un viaje a Suiza que tendrá un final inesperado. Un joven chino que regenta un bar de barrio se siente extrañamente conmovido por la vida de una de sus clientas. Un estudiante espera el mejor momento para pedirle a una amiga que salga con él. Estos son los argumentos de algunos de los diez relatos que forman este libro. Ambientado en la Barcelona del siglo XXI, Vente a casa explora las relaciones de pareja en una sociedad castigada por la crisis. Sus personajes, retratados con ternura y verdad, están en el centro de unas historias emocionantes que no renuncian a la crudeza ni al humor. Vente a casa, Premio Documenta 2014, confirma a Jordi Nopca como uno de los autores más prometedores de su generación.
No pinta nada mal, no lo conocía =)
ResponderEliminarBesotes
¡¡¡¡¡Hoooola!!!!
ResponderEliminarAntes de nada, en Málaga hace un calor para morir. ¡Que corra ya un poco de aire fresco! Me voy a ir a vivir con los osos polares, que conste.
La novela pinta muy bien... Quién sabe, igual me da por leerla ;) Últimamente estoy yo que el primer libro que veo que me parece guay me lo leo, sin indagar mucho en la historia ni en las críticas. Es lo que tiene el verano jejeje
¡Abrazotes!
Pues no conocía esta novela. Y me has dejado con curiosidad.
ResponderEliminarBesotes!!!
Este libro lo veo por todas partes, ¡parece que me sigue! no tengo problema con los relatos y de hecho acabo de leer otro similar, eso sí, intento espaciar este tipo de lecturas :)
ResponderEliminarBesos