La Química

(Opinión personal) Buenas tardes desde locura de lectura. Qué ganas tenía de volver a leer a la Sra Meyer!!! Y es que para vuestra información devoré la saga Crepúsculo cual quinceañera enloquecida. Sí, hubo repeticiones narrativas (y más cositas), de eso no hay duda, pero cumplió con creces lo que pretende un libro, que es mantener al lector completamente enganchado a una historia. Así que misión cumplida y extra superada. Con La Química quería el mismo tipo de enganche, el sentirme extasiada por una historia, el acostarme con la trama en la cabeza y desear llegar a casa para abrir mi apreciado volumen, no tiene precio, pero ya os adelanto que no ha sido del todo así. Y es que, a pesar que me ha mantenido atrapada en muchos momentos, me ha costado meterme en la historia, con lo que el enganche ha sido intermitente. Me pasó lo mismo con The host, no obstante, este argumento me acabó seduciendo por completo. 

La Química es un thriller al más puro estilo cinematográfico, donde su heroína te arrastra a una angustia galopante. La mayor parte del tiempo la protagonista es Alex, ya que cambia de nombre según la investigación en la que se vea envuelta. Su inteligencia le lleva a trabajar para el gobierno desde su adolescencia prácticamente, por lo que es de extrañar que la historia comience huyendo precisamente de él. Tiene mucho que callar y sabe demasiado, sin embargo, desconfía de los que hasta entonces han sido aliados. Durante esta huida se ve envuelta en otro caso, y es a partir de este momento cuando me sumerjo de lleno en la trama. Sustancias tóxicas, máscaras de gas, relajantes musculares, armas de fuego, secuestros e interrogatorios que sumados al instinto de supervivencia de la protagonista, convierten a la novela en una aventura de suspense creando una angustiosa atmósfera repleta de tensión.

Y es a partir de aquí cuando comienzo a tener esos enganches intermitentes de los que hablaba al principio. Dos personajes masculinos entran en escena y ambos me seducen por igual a pesar de ser polos opuestos en todos los sentidos. Daniel y Kevin. Pero a medida que voy avanzando en la trama, lo que en un principio me encandila pasa a enamorarme, para un poco más adelante terminar de engancharme por completo. Sorprendentemente me engancho a la historia de amor, es decir, lo que hasta ahora  venía siendo una novela de espionaje, cambia de tercio para pasar a verme envuelta en un relato amoroso y apasionado que al mismo tiempo se me antoja inverosímil, precisamente por esa historia de amor tan poco creíble, pero que a mí me gusta, me encanta más  bien. ¿Sentimientos encontrados?

Sea como fuere, La Química me ha mantenido envuelta en una vorágine de macabros acontecimientos, que sumados a la inteligencia de una superviviente nata cargada de miedos y habilidades para salir ilesa, así como ese enamoramiento que surge ante la peligrosa realidad en la que se encuentra, la posicionan en un alto nivel en cuanto a mi escala de gustos se refiere. Si bien es cierto que el tardar tanto en sumergirme en la historia, más de cien páginas, hace que pierda puntos y descienda en la escala anteriormente mencionada. De puntillas diré que Alex me ha traído muchos recuerdos de mi querida Lisbeth Salander y no solo en cuanto a su valor e inteligencia se refiere, sino también en sus rasgos físicos.

Y hasta aquí mi reseña de la semana. ¿Habéis leído La Química? ¿Le teníais tantas ganas como yo a una nueva novela de la reina vampírica? ¿Me lo cuentas?

Bsss y feliz comienzo de semana...

SINOPSIS:

Antes trabajaba para el gobierno de Estados Unidos, aunque casi nadie lo sabía. Como experta en su campo, era uno de los secretos más oscuros de una agencia tan clandestina que ni siquiera tiene nombre. Hasta que la consideraron un lastre y fueron a por ella sin avisar.

Ahora rara vez se queda en el mismo lugar o utiliza el mismo nombre durante mucho tiempo. Ya han matado a la única persona en quien confiaba, pero sabe algo que sigue suponiendo una amenaza. La quieren muerta, y pronto.

Cuando su antiguo jefe le ofrece una salida, comprende que será su única oportunidad de borrar la enorme diana que lleva dibujada en la espalda. Pero eso implica aceptar un último encargo. Y, para su horror, la información que consigue vuelve aún más peligrosa la situación.

Decidida a afrontar el desafío cara a cara, empieza a prepararse para la peor pelea de su vida, mientras se da cuenta de que se está enamorando de un hombre que solo puede complicar sus posibilidades de supervivencia. Ahora que sus opciones menguan a marchas forzadas, deberá aplicar su especial talento de formas en las que nunca antes habría soñado.