La reina descalza

(Opinión personal) Pues sí, nada más saber de la existencia de la última novela de Falcones, no pude por menos que rendirme a sus pies, incluso antes de leerla. Y una vez leída, he de decir, que he pasado  por distintas fases. Sentimientos encontrados es con lo que me quedo después de sumergirme en sus más de setecientas páginas.

La historia tiene lugar en pleno siglo XVIII entre las ciudades de Sevilla y Madrid. A Caridad, una esclava negra proveniente de Cuba, le acaban de conceder su libertad después de toda una vida de esclavitud. El navío en el que viajaba toma tierra en Cádiz, y Caridad pisa tierra firme después de un agónico e interminable viaje.

Milagros, una adolescente gitana de pura raza, nieta de Melchor Vega, vive junto a su familia en el conocido barrio de Triana, Sevilla. Aquí, tanto los cantes y bailes, como las disputas entre los distintos miembros de las familias residentes en el barrio gitano tienen lugar a diario. Por motivos ajenos a las dos, Milagros y Caridad se conocen y entre ellas nace una bonita relación de amistad.

Milagros se enamora de quien no debe y Caridad, qué decir de esta pobre mujer, que nunca, en ni un solo momento de la historia ve la luz. Violada una y mil veces, mal tratada en todos los sentidos, humillada, despreciada, azotada... un sufrimiento que ningún ser humano soportaría. Y aunque la acción a lo largo de la novela es constante, ha habido momentos en los que la novela se me ha hecho repetitiva, porque el sufrimiento es continuo, porque las miserias abundan por doquier, porque la suciedad, los malos tratos, las leyes contra la raza gitana así como sus orígenes, el hambre, la mezquindad, la avaricia, la infelicidad de los personajes, la desesperación y la poca dignidad que les queda es una constante en esta desgarradora historia.

Casi lo que más me ha gustado ha sido recorrer las calles de Madrid, la Puerta de Toledo, Curtidores, Puerta del Sol, teatros madrileños, Gran Vía, paseos y avenidas de mi ciudad. La novela está magistralmente bien ambientada, de eso no hay duda, pero sinceramente, me hubiera gustado que sus personajes hubieran visto la luz, aunque solo hubiera sido en algún momento.

Una novela, que por un lado recomendaría por la extraordinaria ambientación, pero que por otro lado me lo pensaría por el exceso de sufrimiento en sus personajes. ¿Entendéis ahora porqué decía al principio de mi reseña que había tenido sentimientos encontrados? ¿Y tú? ¿Las has leído ya? Cuéntamelo.

Gracias por visitarme!!!

SINOPSIS:

En enero de 1748, una mujer negra deambula por las calles de Sevilla. Atrás ha dejado un pasado esclavo en la lejana Cuba, el hijo al que nunca volverá a ver y un largo viaje en barco hasta las costas españolas. Caridad ya no tiene un amo que le dé órdenes, pero tampoco un lugar donde cobijarse cuando se cruza en su camino Milagros Carmona, una joven gitana de Triana por cuyas venas corre la sangre de la rebeldía y el arte de los de su raza.

Las dos mujeres se convierten en inseparables y, entre zarabandas y fandangos, la gitana confiesa a su nueva amiga su amor por el apuesto y arrogante Pedro García, de quien la separan antiguos odios entre ambas familias. Por su parte, Caridad se esfuerza por acallar el sentimiento que está naciendo en su corazón hacia Melchor Vega, el abuelo de Milagros, un hombre desafiante, bribón y seductor aunque también firme defensor del honor y la lealtad para con los suyos.

Pero cuando un mandato real convierte a todos los gitanos en proscritos, la vida de Milagros y Caridad da un trágico vuelco. Aunque sus caminos se separan, el destino volverá a unirlas en un Madrid donde confluyen contrabandistas y cómicos, nobles y villanos; un Madrid que se rinde a la pasión que emana de las voces y bailes de esa raza de príncipes descalzos.

Ildefonso Falcones nos propone un viaje a una época apasionante, teñida por los prejuicios y la intolerancia.

Desde Sevilla hasta Madrid, desde el tumultuoso bullicio de la gitanería hasta los teatros señoriales de la capital, los lectores disfrutarán de un fresco histórico poblado por personajes que viven, aman, sufren y pelean por lo que creen justo. Fiel reflejo de unos hombres y mujeres que no agacharon la cabeza y que alzaron la voz para enfrentarse al orden establecido.