(Opinión personal) Cinco relatos bien escritos, y cinco personajes en busca de la felicidad son los protagonistas que componen Recuerdos de un callejón sin salida.
No conocía a esta autora, y para mí ha sido todo un descubrimiento. Con una prosa sencilla y sabiendo expresar perfectamente los sentimientos, Banana Yoshimoto me ha sorprendido gratamente, logrando describir muy bien los estados de ánimo, la felicidad, la tristeza, la melancolía... Si tuviera que destacar alguno de los cinco relatos, sin duda me quedaría con el último y que casualmente da título al libro, Recuerdos de un callejón sin salida, donde la esperanza está latente desde el inicio del relato, a pesar de los altibajos de Mimi, su protagonista.
En definitiva, si quieres disfrutar de una lectura rica en sentimientos, leer sin prisas y deleitarte con cada una de sus páginas ya sabes cual es mi recomendación de hoy.
¡Feliz tarde de domingo!
SINOPSIS
Cinco personajes que, tras vivir momentos dolorosos, se preguntan sobre el sentido de la vida, y sobre la posibilidad de ser felices, vertebran los cinco relatos que componen este volumen. Si, en «La casa de los fantasmas», dos compañeros de universidad traban una intensa amistad que tras una larga separación se convertirá en un amor profundo, el segundo relato, «¡Mamaaa!», narra la historia de una joven que trabaja en una editorial y que, tras un incidente, tardará en recuperar la fe en las relaciones humanas. A su vez, «La luz que hay dentro de las personas» relata una hermosa pero trágica historia de amistad entre niños. En «La felicidad de Tomo-Chan», la ingenua protagonista consigue, pese a la adversidad, no perder jamás la esperanza y disfrutar de lo que le brinda el día a día. Por último, en «Recuerdos de un callejón sin salida», Mimi se desmorona cuando descubre que su novio la ha abandonado, y sólo la relación con Nishiyama, un joven que trabaja en un bar situado en un callejón sin salida, la ayudará a superar la tristeza.
Banana Yoshimoto nació en Tokio en 1964, y en realidad se llama Mahoko. Estudió literatura en la Universidad de Nihon, y todavía allí, demostró su valía con Kitchen en 1987, su primera novela con la que consiguió importantes premios como el Newcomer Writers Prize. Es autora de un gran número de títulos y está considerada como una de las mejores escritoras contemporáneas japonesas. Entre sus libros destacan Amrita, Tsugumi o Sueño profundo, éste último también de relatos. Bien es cierto que a veces se la ha acusado de novelas demasiado superficiales, sin embargo, no son menos los que piensan que reflejan perfectamente las inquietudes de los jóvenes japoneses de hoy, y todo ello además aderezado con los valores de la cultura japonesa siempre presentes en sus obras.