Si el amor es una isla

(Opinión personal) Buenos días desde locura de lectura. Si el amor es una isla de Esther Sanz, mi última lectura y la que hoy me dispongo a reseñar, es una historia actual que me ha transportado a la época victoriana. Y es que no hay como dejarse sorprender por un libro y dejarse arrastrar por una novela repleta de misterios para situarte en otro tiempo.

Luisa, una veinteañera madrileña, abandona sus estudios universitarios para ir a trabajar Silence Hill, un misterioso hotel en la isla de Sark, Canal de la Mancha. A sabiendas que no es el trabajo de su vida, acepta las tareas encomendadas como doncella porque necesita costear la enfermedad de su padre. Unas estrictas y anticuadas reglas que todo el personal del hotel debe cumplir, se adueñan de Silence Hill cual personaje de ficción se tratara, aunque para Luisa no sean motivo para rechazar el trabajo debido a su necesidad económica. 

 

Jim, el cochero de Silence Hill, recoge a Luisa la misma noche que llega a la isla y desde este momento comienzan las especulaciones acerca de los silencios y recónditos secretos que se ocultan tras las paredes enigmático hotel.
 

Una persistente lluvia a lo largo de toda la historia, neblina, acantilados y un frondoso bosque repleto de lugares inhóspitos convierten a la espeluznante novela, en más lúgubre y tétrica si cabe. Además de la siniestra ama de llaves y la malvada cocinera, los misteriosos personajes de Sark se adueñan de la historia y no te dejan salir de ella hasta llegar al final del libro, motivo por el cual lo he devorado en apenas día y medio.
 

Y todo este halo de misterio que arrastra la novela se ve superado, más si cabe, cuando Patrick Groen, amo y señor de Silence Hill entra en escena. Patrick se oculta tras una máscara ocultando así su deformidad y desfiguración facial, como resultado de un accidente de coche tiempo atrás. Autoritario y reservado, Patrick arrastra traumas infantiles debido a la tiranía de su difunto padre, quien ejerció la violencia y autoridad como única vía educativa, lo que le convierte en un ser déspota y maligno a los ojos de muchos, pero frágil y vulnerable a los de unos pocos.
 

Con personajes que dicen ser lo que no son, sus giros inesperados, la extraordinaria ambientación de la isla, su prosa y ese toque de misterio constante a lo largo de todas sus páginas, hacen que como lectora, caiga rendida a sus pies. Por cierto, la historia de amor que esconde la novela y sus toques de romanticismo, así como la pasión entre los personajes, le dan más autenticidad a una historia que me ha sorprendido gratamente. Todo un descubrimiento para mí, ya que es lo primero que leo de Esther Sanz, pero que auguro no será lo último.

 

 

Y esta es mi recomendación de esta semana...
Bsss y feliz semana!!!

 

 

SINOPSIS:

Luisa viaja a una pequeña isla del canal de la Mancha donde el tiempo se detuvo hace siglos. Allí trabajará en un exquisito hotel regentado por un hombre misterioso que lo dirige con mano firme y estrictas reglas. Desobedecerlas tiene castigo,sin embargo, Luisa no puede controlar su curiosidad y se verá envuelta en situaciones límite y juegos oscuros ideados por el jefe. Su osadía será castigada, pero resolver el misterio que envuelve al amo tendrá recompensa. Él, exigente y distante, y ella, curiosa y de espíritu intrépido, chocan estrepitosamente. O de forma espectacular, depende de cómo se mire. Secretos, aventuras y enfrentamientos dan paso a un tórrido romance que bebe directamente de las grandes novelas románticas de siglo XIX.

Una madre

(Opinión personal) Buenas tardes desde locura de lectura. Sublime como pocas, Una madre, la última novela que he leído y he devorado en apenas día y medio, me llega muy dentro. Un título que dice tanto que puedes llegar a imaginar lo que esconde la novela sin leerla siquiera, pero que al mismo tiempo es tan necesario. Porque una madre lo es todo. Protección, cariño, delicadeza, dulzura y un estar dispuesta a todo, absolutamente a todo, es lo que una madre respira cada día.

A sus 65 años, Amalia prepara la cena de Nochevieja con el mayor de los entusiasmos. Por fin, toda la familia al completo va a reunirse esa acogedora noche. Madre de tres hijos, Silvia, Emma y Fer, y separada de un marido del que recibió poco y al que tuvo que dar tanto, Amalia es feliz. Quiere que por una noche al menos, todo salga perfecto. Quiere ver a sus tres hijos felices, quiere contar con ellos y que ellos cuenten con ella, sabe que es el nexo de unión familiar y quiere estar ahí para lo que la necesiten, como siempre ha hecho, como siempre hará. (Propio de una madre, de la mejor de las madres). 

Se presenta una velada inolvidable para Amalia, sus tres hijos, su hermano Eduardo y hasta para sus dos perros, quienes forman parte del elenco y a quienes tomas cariño nada más entrar en escena. Ni que decir tiene que la misma velada se hace inolvidable para el lector. Todos somos distintos y a la vez iguales. Todos buscamos la felicidad en los mismos sitios y lugares, en una sonrisa, un libro, una amistad, un familiar, y esos buenos momentos pasan a ser recordados como los mejores de nuestra vida, esos que con el paso del tiempo se convierten en nostalgia, en dulce y añorada nostalgia.  

Amalia es divertida, alocada, ingenua, soñadora, como también confiada, optimista, sencilla y buena, extremadamente buena. Y es que Una madre... como no podía ser de otra manera es todo eso y mucho más. Gracias a ella, sus hijos han salido adelante, con sus defectos y sus virtudes, con sus luces y sus sombras, en los buenos y malos momentos, porque Amalia, aunque no lo parezca siempre ha estado ahí, y siempre cuando más la necesitan. 

Una novela cargada de amor, pero también de humor. Mis carcajadas han invadido las cuatro paredes de mi salón, en multitud de ocasiones. Y es que la ingenuidad de Amalia te llega muy dentro, así como la poca paciencia de unos hijos, quienes cada uno con su carácter, creen saberlo todo. Y luego está tío Eduardo, la gota que colma el vaso en una historia familiar tan real como disparatada. ¿Y quién quiere una familia perfecta? Una familia que iremos conociendo a medida que la noche avanza y de la que nos iremos empapando de sensibilidad, nostalgia, ternura y desahogo a raudales.

Chapeau por Alejandro Palomas, de quien no había leído nada hasta el momento, pero que a partir de ahora me empaparé de su literatura. De la buena literatura, de la que cala y llega muy dentro. No sé si esta historia será autobiográfica, pero estoy segura que de no serlo, ha respirado a pleno pulmón lo que una madre transmite y lo ha hecho de la mejor manera posible, desde el corazón. De otra forma, no me habría llegado tanto. ¿Me hacéis un favor? No dejéis de leerla. 

A mi madre todos los días de mi vida y quien ocupa la silla de mis ausencias.

Bss y feliz tarde de lunes

SINOPSIS:

Faltan unas horas para la medianoche. Por fin, después de varias tentativas, Amalia ha logrado a sus 65 años ver cumplido su sueño: reunir a toda la familia para cenar en Nochevieja. Una madre cuenta la historia de cómo Amalia entreteje con su humor y su entrega particular una red de hilos invisibles con la que une y protege a los suyos, zurciendo los silencios de unos y encauzando el futuro de los otros. Sabe que va a ser una noche intensa, llena de secretos y mentiras, de mucha risa y de confesiones largo tiempo contenidas que por fin estallan para descubrir lo que queda por vivir. Sabe que es el momento de actuar y no está dispuesta a que nada la aparte de su cometido.

Un cartel luminoso que emite mensajes desde una azotea junto al puerto, una silla en la que desde hace años jamás se sienta nadie, una Barcelona de cielos añiles que conspira para que vuelva una luz que parecía apagada, unos ojos como bosques alemanes y una libreta que aclara los porqués de una vida entera… Una madre no es solo el retrato de una mujer valiente y entrañable, y de los miembros de su familia que dependen de ella y de su peculiar energía para afrontar sus vidas, sino también un atisbo de lo que la condición humana es capaz de demostrarse y mostrar cuando ahonda en su mejor versión.

Billie

(Opinión personal) Buenos días desde locura de lectura, por fin conozco a Billie, ya era hora. Y es que desde que leyera Juntos, nada más hace ya ni se sabe los años, nunca unos personajes me llegaron tanto como aquellos tres adolescentes. Bueno sí, ha habido otros, pero nunca igual. Y es que aquella novela supuso para mí, en aquel momento, una lectura difícil de olvidar. En aquel momento y ahora, porque olvidar olvidar, lo que se dice olvidar, no la he olvidado y dudo que llegue a hacerlo nunca. Y entonces llega Billie, a quien como podréis suponer, espero con los brazos abiertos. Y me digo a mí misma que mis expectativas van a verse superadas, porque viniendo de Anna Gavalda, no puede ser de otra manera. Pero tanta expectativa, como ya he dicho en anteriores ocasiones, no atrae más que desencanto. Y por si fuera poco, esa llamativa portada y su collage con la imagen de ese simpático burrito, que no hace más que aumentar mi atracción y mi deseo por comenzar con su lectura. Pero vayamos con la reseña de Billie, aunque ya os adelanto que una vez más, los sentimientos encontrados han vuelto a hacer de las suyas.

Billie proviene de un mundo que nadie debería conocer. Un mundo donde las carencias afectivas tienen cabida, así como los malos tratos, las drogas, el alcohol y la miseria.

"No sabía que en el diccionario existiera una palabra inventada precisamente para describir la pocilga en la que yo vivía..." Texto extraído de Billie

Franck, proviene de una familia opuesta a la de Billie, una familia en la que las apariencias priman por encima de todo. Con un padre autoritario que decide en el futuro de su hijo, con la falta de diálogo como referente en la unión familiar y con su encubierta homosexualidad, le convierten en un ser infeliz y desgraciado.

"Franck y yo íbamos al mismo colegio en secundaria, pero no nos dirigimos la palabra hasta los catorce... Intuíamos que el otro también las pasaba canutas en la vida y no podíamos exponernos a sufrir ni un miligramo más" Texto extraído de Billie

Gracias a la profesora de literatura quien les obliga a representar una obra de teatro, Franck y Billie llegan a conocerse de una manera que hasta entonces desconocían. Desde ese momento, sus vidas comienzan a tener sentido, se dan cuenta de lo que valen el uno para el otro, del valor de la amistad, algo que hasta entonces ignoraban, pero sobre todo, descubren la magnitud de lo que significa que alguien cuente contigo, sin más, que te quieran por lo que eres y por como eres. 

"No quiero seguir haciéndome creer nunca más que soy otra cosa que yo misma" Texto extraído de Billie

Y hasta aquí una preciosa historia de amor que cargada de sensibilidad me llega hasta el corazón. Narrada en primera persona, es Billie quien nos deleita con esta crónica, pero a su vez lo hace con el vocabulario más vulgar con el que se puede expresar. Y es aquí, donde comienzan mis "peros". La manera de hablar en la que Billie se desenvuelve es tan ordinaria y chabacana que hace hasta que me aleje de la historia. Por otro lado, entendible por el entorno en el que se ha criado, pero aún con todo, la he visto fuera de contexto en algunas ocasiones, además de reiterativa en otras. De ahí que al principio de mi reseña comenzara con esos sentimientos encontrados y la razón por la que la novela pierde esa magia a la que me había arrastrado. 

No os desvelaré la situación por la que Billie y Franck se encuentran en el momento actual, motivo por el cual se nos detalla esta historia, solo os diré que Billie elige a una estrella, la más pequeña de todas y la que menos luce en el cielo para contarle su vida, una estrellita a la que le abre su corazón y le implora ayuda en el peor momento de su vida. La vida de uno de ellos pende de un hilo.

Bss y feliz fin de semana!!!

SINOPSIS:

Franck y Billie provienen de orígenes muy diferentes. No sólo no estaban destinados a encontrarse sino que, además, tenían todas las papeletas para que la suya fuera una vida nefasta marcada por la miseria —miseria física, moral e intelectual—. De verdad, todas las papeletas. Hasta que un buen día (el primero de su vida) se conocieron.

Esta novela cuenta una inmensa historia de amor entre dos patitos feos que, a fuerza de obligarse mutuamente a levantar la cabeza, terminan por convertirse en dos grandes y majestuosos cisnes. Billie nos habla de la amistad como la verdadera familia, del valor de saber ser diferente frente a los convencionalismos y de la capacidad transformadora del amor absoluto.

La gente feliz lee y toma café

(Opinión personal) Y un sábado más vuelvo con mi reseña semanal. Esta vez le ha tocado el turno a La gente feliz lee y toma café. Una novela que está en boca de todos y que corre por la blogosfera y redes sociales como la pólvora.

Estaréis de acuerdo conmigo en que el título, por sí solo, atrae y mucho. Y que, aún sin saber de su sinopsis, quieres leer esta historia. Pues eso mismo me pasó a mí cuando la vi en las novedades de la editorial.

Pero vayamos con la reseña, aunque ya os adelanto que esta novela narra una de esas historias que cuando lees el final dices: "¿Ya está? ¿Por qué? No me lo creo".

Hace un año Diane perdió a su marido y su hija de seis años en un accidente de coche. La felicidad que hasta entonces invadía la vida de Diane se esfumó para siempre. Tristeza, desolación, dolor, angustia e incapacidad para seguir viviendo es lo que siente y nunca dejará de sentir. Felix, su mejor amigo y socio del café literario que fundó Diane tiempo atrás, hace cualquier cosa para ayudarla. Pero no es suficiente. Un buen día Diane decide que no puede seguir encerrada en casa y cargada de dolor emprende un viaje. Un viaje que cambiará su vida para siempre y le servirá de trampolín para superar ese angustioso duelo por el que es incapaz de seguir adelante, aunque en ese momento ella no sea consciente de ello.

Atrás quedaron aquellos paisajes parisinos, sus parques, sus románticos restaurantes y sus emblemáticas calles. Diane decide olvidarse de todo y alejarse todo lo que pueda de la ciudad del amor. Mulranny, Irlanda, es el pequeño pueblecito costero donde Diane decide instalarse. Una encantadora casita en frente del mar, Edward, un vecino insolente como pocos y unos vecinos encantadores harán que los sentimientos de Diane se disparen y de qué manera. 

A partir de aquí, y justo en esta parte de la historia, es cuando te empiezas a preguntar el porqué del cambio. Y ya no solo en el personaje, sino en la narrativa. Una prosa que hasta el momento me estaba gustando, pero que de buenas a primeras, da el mismo giro que la actitud de su protagonista. Las frases empleadas para describir situaciones no me han terminado de llegar, así como el giro de Diane tras la percepción del primer encuentro con Edward, "No sería un asesino, pero ese hombre era peligroso". Página y media después, la recoge de la playa y con toda la ternura del mundo la lleva a su casa. Y es que a pesar que los sentimientos de Diane son contradictorios, lógico tras la tragedia por la que está pasando, no terminan de encajar, y siento como la historia comienza a tambalear. El desagradable y antipático Edward, ligado a su violenta manera de actuar, chirría en esta historia. Y más cuando la autora nos ha presentado a este personaje demasiado desagradable, como para que después lo podamos aceptar. Yo he sido incapaz, y lo he rechazado cada vez que ha aparecido en escena, por lo que no he conseguido empatizar con él, ni si quiera en sus buenos momentos, aunque hayan sido escasos. 

Y aunque me hubiera gustado más saber de ese precioso café literario, después de leer esta novela de tan solo 189 páginas, me quedo con la superación tras la tragedia y en la esperanza de segundas oportunidades.

Otra novela más que comenzó con una autoedición en Amazon, y que al poco tiempo de su publicación sus ventas subieron como la espuma, razón por la cual una editorial francesa decidió apostar por ella. Y aunque para gustos colores, lo cierto es está barriendo la blogosfera y todo el mundo quiere hacerse con un ejemplar de La gente feliz lee y toma café. ¿Y tú, la has leído ya? Cuéntamelo...

Bsss y feliz fin de semana!!!

SINOPSIS:
Tras la muerte de su marido y de su hija en un accidente, Diane lleva un año encerrada en casa, incapaz de retomar las riendas de su vida. Su único anclaje con el mundo real es Félix, su amigo y socio en el café literario La gente feliz lee y toma café, en el que Diane no ha vuelto a poner los pies.
Decidida a darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Los habitantes de Mulranny son alegres y amables, salvo Edward, su huraño y salvaje vecino, que la sacará de su indolencia despertando la ira, el odio y, muy a su pesar, la atracción. Pero ¿cómo enfrentarse a los nuevos sentimientos? Y luego, ¿qué hacer con ellos?

El perfume secreto del melocotón

(Opinión personal) Buenos días desde locura de lectura. Hoy os traigo El perfume secreto del melocotón, tercera parte de la preciosa y conocida Chocolat. Y digo preciosa, porque a pesar de no haber leído el libro, sí que vi la película y me encantó. El embrujo que desprende Vianne en cada una de sus escenas es el resultado de una mágica historia cargada de fascinación y exquisitez.

Pero vayamos con la reseña porque no todo han sido maravillas. Cuando empecé a leer la novela, ese suave viento que envuelve a la protagonista también se apoderó de mí. Y como si de la mano me llevara, me arrastró de nuevo a Lansquenet, el pueblecito francés donde antiguamente Vianne regentó La chocolaterie.

Han pasado ocho años desde que Vianne y Anouk abandonaran el pueblo y ambas, junto a Roux y Rossette, la hija de ambos, viven en su casa flotante a orillas del Sena. Un buen día, Vianne recibe una carta de Armande, una vieja amiga vecina de Lansquenet, quien desgracidamente acaba de fallecer. Una misteriosa carta, y no solo de despido entre amigas, hace que Vianne vuelva a Lansquenet junto a sus dos hijas.

Un esperado regreso al encantador pueblecido francés en el que nada es lo que parece, y una agradable brisa a modo de recepción es lo que percibimos nada más pisar el pueblo. Vianne Rocher se instala en la vieja casa de Armande tras su petición epistolar, y a partir de aquí comienza una historia en la que se perciben dos ambientes. Por un lado, magia y hechizo por doquier y por otro, un envolvente halo de misterio. Entre chocolates, tartas y mermeladas de melocotón se mezclan dulces típicos de la cultura musulmana. Y es que al pueblo han ido llegando magrebíes y poco a poco se han ido instalando en él. Al principio, ambas culturas convivían entre sí, pero algo terrible ha pasado entre ellas para que esa paz se rompa, por lo que actualmente viven completamente atormentados unos con otros.

Vianne capta inmediatamente el malestar entre las gentes del pueblo y no puede por menos que prestar su ayuda en todo cuanto esté en su mano. Cuál es su sorpresa que hasta el párroco, quien siempre ha desconfiado de ella requiera de su ayuda desesperadamente.

Una novela muy bien escrita que goza de una exquisita prosa, pero que a mí personalmente, no me ha terminado de convencer. Y es que, la gran cantidad de personajes, tanto franceses como musulmanes que aparecen en escena han llegado a compliar la trama. Recuerdos de personajes que aparecían en Chocolat, ya olvidados para mí, excesivos nombres musulmanes con varias protagonistas principales, mezcla de narradores a lo largo de los capítulos con sus distintos puntos de vista (Vianne y el párroco) y varios misterios unidos entre sí, han hecho que en ocasiones, hasta haya llegado a desconectar de la historia.

Y me da rabia que haya pasado esto, porque la magia y el encanto de Vianne, así como la delicada narrativa de Joanne me han capturado, no lo han hecho sus personajes y en esta ocasión, no me han conseguido conmover.

"El viento llevó a París la carta de Armande y el viento trajo de vuelta a Vianne Rocher a Lansquenet"



El chocolate puede ser mucho más que un placer para los sentidos. A veces, una peca minosa tentación y otras, una forma de acercar los sueños a la realidad.

Vianne Rocher y su hija Anouk llegan al pueblo de Lansquenet para abrir una chocolatería frente a la iglesia. Vianne es alegre y desenfadada, sensual y misteriosa y parece poseer extraños dones. Para el cura Francis Reynaud, la presencia de esta singular mujer no puede ser sino el primer paso para caer en la tentación y el pecado. Para Vianne, sin embargo, el chocolate es algo más que un placer para los sentidos: gracias al chocolate, las penas se hacen más llevaderas, los secretos más íntimos y los sueños, quizás, se vuelven reales.



Y esta ha sido mi lectura de esta semana. Bsss y feliz lunes!!!

SINOPSIS:

La singular Vianne Rocher vive en una casa flotante en el Sena con su familia. Cuando recibe la carta de su vieja amiga Armande donde le pide que ponga flores en su tumba y recoja los melocotones de su jardín, sabe que no puede negarse y debe regresar a Lansquenet, el lugar que marcó su destino. Pero allí todo ha cambiado: la chocolatería donde vendía sus «sueños, pequeños consuelos, dulces e inofensivas tentaciones», que tanto revolucionó la vida del pueblo y la suya propia, se ha convertido en una escuela. El malestar y la desconfianza, por otra parte, recorren ahora las estrechas y empedradas calles de entonces, el paisaje es tan distinto que, incluso el párroco, ya no teme a Vianne y requiere, en cambio, su indispensable ayuda.