(Opinión personal) Y qué mejor lugar para pasar el fin de semana que en tu propia casa, con una buena chimenea de telón de fondo, familia y amigos. Y si además, fuera llueve torrencialmente, mejor que mejor. Eso sí, cuando se vayan las visitas... a leer!!! Y antes de que vengan, a reseñar Una vacante imprevista, mi última lectura.
Tenía muchas ganas de leer esta novela de la tan aclamada J.K. Rowling y por fin he podido disfrutar de su lectura. Y digo disfrutar, porque aunque la historia en sí, sinceramente, no me ha entusiasmado, sí que lo ha hecho su narrativa. Y es que, jamás había leído nada de esta autora, aunque me he empapado las películas de Harry Potter, además de visitar los estudios en Inglaterra, pasearme por el callejón Diagon, sentarme en el interminable comedor del castillo Hogwarts, subirme al autobús de tres pisos y hasta volar en la más famosa escoba de todos los tiempos. Espectacular!!! Por cierto, también he podido deleitarme de las vistas al Castillo de Edimburgo, desde donde la autora, sentada en su mesa debidamente escogida en la cafetería The elephant house, escribía su fantástica y mágica saga. Era inevitable, lo tenía que contar tratándose de la autora en cuestión.
Y volviendo a Una vacante Imprevista y más concretamente a Pagford, un tranquilo y acogedor pueblecito inglés donde transcurre toda la novela, nos encontramos a Barry Fairbrother, protagonista absoluto de la historia a título póstumo, porque fallece de un aneurisma en las dos primeras páginas. Y no estoy desvelando nada que no se cuente en la sinopsis, Dios me libre.
La tensión que se desencadena después de la muerte de Barry, en primer lugar de asombro e incertidumbre sobre lo ocurrido, luego por el intento de ser los primeros en dar a conocer la noticia de su muerte y más tarde por preocuparse muy mucho por esa vacante que acaba de liberarse en Los Prados, es lo más parecido a una carreta de obstáculos que he podido leer. Los Prados, esa urbanización en la que los asistentes sociales se ven obligados a visitar regularmente, debido al entorno insalubre e infecto del que hacen acopio sus gentes, es el mismísimo entorno donde la infancia de Barry tuvo lugar, y de ahí su insistente defensa en tratar de sacarlos adelante y demostrar que todo es posible.
Y en el intento por conseguir la dichosa plaza entre los vecinos más acomodados del pueblo, salen a flote los más oscuros secretos que sus habitantes mediante cotilleos e indagaciones han ido sacando a la luz, después de haber estado ocultos durante años. Y es que, la miseria y mezquindad que en ocasiones atesora el ser humano, es tan mediocre como ruin.
Decía al principio, que la historia no me había entusiasmado, pero ello es debido a la multitud de personajes que aparecen en el relato. Y es que, entre los vecinos, hijos de vecinos, alumnos del instituto, padres de los alumnos, asistentes sociales y una treintena de habitantes más, ha sido tarea harto difícil, y me he vuelto loca en el intento de situar a los personajes con sus parentescos. Y con tanto personaje, es inevitable empatizar con unos y no hacer lo mismo con otros. Por todo ello, y aunque la novela en un principio se me hace algo lenta, en cuanto comienzas a relacionarte con los personajes y sumergirte en la historia, se lee con rapidez.
Una novela que, como la vida misma, contiene personajes para todos los gustos. Unos caen bien, otros no, y otros en ocasiones, defraudan y mucho. Una pena, pero así somos los seres humanos. Y es que es tan bueno saber perdonar... Ahí dejo eso.
Bssss y feliz fin de semana pasado por agua!!!
SINOPSIS:
Con su plaza adoquinada y su antiquísima abadía, Pagford parece un típico pueblecito inglés, un lugar idílico en el que la vida transcurre con plácida tranquilidad.
Sin embargo, sus habitantes están inmersos en una realidad muy diferente. Tras la conmoción causada por la súbita muerte de Barry Fairbrother, se desencadena una auténtica batalla en sordina por ocupar la vacante dejada por Barry en el concejo parroquial, donde se dirime el destino de una urbanización de dudosa legalidad.
Y cuando la tensión hace aflorar una serie de conflictos latentes que involucran a todo el pueblo —hijos contra padres, pobres contra ricos, mujeres contra maridos, alumnos contra maestros—, la pasión, la hipocresía y, especialmente, los secretos que suelen anidar en una comunidad pequeña desempeñarán un papel decisivo en el futuro de Pagford.