(Opinión personal) Y es que el tiempo no perdona, y todos, para bien o para mal, nos hacemos mayores. Esto también va para los personajes de ficción, porque lo quieran o no, también cumplen años. Y aquella chica pecosa, adolescente, divertida y enamorada hasta lo más profundo de su amigo Juanito, cumple nada menos que 40 añitos. Los que rondéis la misma edad, sabréis de quien os estoy hablando, sin embargo, los que distéis de la generación de los 70 no la conoceréis, así que os presento a Esther Lucas.
Los cómics de Esther y su mundo hicieron las delicias de muchas adolescentes de entonces, y yo, una nostálgica a la que le encanta echar la vista atrás, los recuerda perfectamente. Para mí son libros entrañables que me trasportan a mi época escolar y a compañeras de colegio con quien compartía sus aventuras. Rita, su mejor amiga, Doreen la que le hacía la vida imposible, Carol su hermana mayor y Juanito, su amor platónico fueron los personajes a los que esperábamos ver editados semanalmente. Y eso no quiere decir, que todas las semanas compráramos la revista en la que se publicaba, ¡ya nos hubiera gustado! Lo que hacíamos era ir a la biblioteca donde guardaban aquellos ansiados tebeos, y era allí donde nos deleitábamos con las aventuras de Esther Lucas. Hace cinco años exactamente, sacaron al mercado los cómics en formato libro y aunque no me compré todos (no entiendo como los pude dejar escapar), sí que me hice con los tres primeros.
Por primera vez, Espasa edita a Esther y su mundo en una atractiva novela, ¿cómo iba a dejarla escapar? Esther tiene una hija adolescente, está separada de David, es enfermera y su jefa directa es Doreen, siendo su cuñado, marido de Carol, médico en su misma planta del hospital geriátrico londinense en el que trabajan. Carol tiene cinco hijos y su matrimonio no pasa por su mejor momento. Al mismo tiempo Rita, quien regenta una peluquería sigue tan alocada como siempre, por lo que las aventuras y los malos entendidos entre ellas, siguen en pleno auge. Por cierto, Juanito también se casó, aunque actualmente está separado de la que fue su mujer. Como la vida misma, hijos adolescentes que no comprenden a sus padres y separaciones por doquier.
Y es que volver a recordar aquellas maravillosas historias es tan agradable como tomarse una taza de té. Cómic o novela, novela o cómic, da igual, lo importante es leer historias que no pasan de moda, porque en ambos formatos se exponen los problemas de todos nosotros, historias de la vida cotidiana con los que nos sentimos identificados. Por eso, leer a Esther es sumergirte en el mundo real, razón por la cual nunca es tarde descubrir su historia.
Su creadora, Purita Campos es la responsable de las maravillosas aventuras de Esther Lucas. Así que, desde mi pequeño rinconcito, mil gracias por haber creado a un personaje tan entrañable que nos dio tanto...
Y hasta aquí mi nostálgica recomendación de hoy. Me encantará que recordéis conmigo aquellas aventuras ochenteras que nunca podré olvidar.
Bsss y feliz Domingo
SINOPSIS:
El mundo no se acaba aunque se cumplan cuarenta años. Este es el pensamiento de Esther, que espera, entre ilusionada y temerosa, el día de su cumpleaños. Ya no es la joven tímida de hace un tiempo; sin embargo, conserva sus inconfundibles pecas.
Ahora, Esther lucha con una hija adolescente y disfruta de su trabajo como enfermera a las órdenes de Doreen, la que fue su rival en la adolescencia. Y está medio divorciada, la situación ideal para volverse a encontrar con Juanito, su eterno amor, o coquetear con el novio italiano de su amiga Rita.